La costumbre de consumir vino y alimentos fuera de lo hogares arranca en nuestros antepasados los romanos, siguiendo su tradición hasta las diferentes culturas de hoy en día
Estos lugares no solo era un lugar para comer y beber vino, sino eran y siguen siendo un lugar de encuentro donde realizar relaciones de índoles social (confraternización con los vecinos o clientes) o de índole económico (realización de negocios, cierres de contratos…).
Cada taberna era conocida y diferenciada por la calidad de sus caldos, única bebida conocida, ya que la cerveza era bebida inexistente en estos lugares.