El olfato es de todos, el sentido más sensible, mucho más que el gusto, aunque pueda parecer lo contrario.
Es tan fino que la sensibilidad del olor es 10.000 veces más grande que la del gusto. En esta fase se reconoce y clasifica los componentes volátiles de un vino, nos informa sobre su finura y clase, y nos concede los CRITERIOS fundamentales para juzgar su calidad.
Por su gran importancia, es por ello que hemos querido ofrecer a nuestros visitantes la oportunidad de descubrir los aromas naturales del vino a través de unos recipientes con más de 40 fragancias.